Vale al Paraíso / El discreto encanto de la trampa
En sesión ordinaria celebrada el jueves 22 del mes reciente, los diputados al Congreso del Estado aprobaron de forma unánime la conformación de la Comisión de Selección (CS), que a su vez elegirá al Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción de Aguascalientes, “en los próximos diez días”.
Quedó integrada, “a propuesta de instituciones de educación superior y de investigación, por Julio César Martínez Romo, Óscar Jesús Martínez García, Miguel Ángel Nájera Herrera, Ricardo Alejandro Hernández Ramos y Jorge Humberto Yzar Domínguez, mientras que por parte de Organizaciones de la Sociedad Civil, Marco Antonio Galindo Madrigal, Ana Susana López de la Parra, Elías Acosta Rodríguez y Enrique Lemus Méndez”.
La escueta mención en el boletín 184, expedido por la oficina de prensa del legislativo, le abona a la sobrada opacidad parlamentaria, originando serias dudas sobre el pulcro futuro del Sistema Estatal Anticorrupción.
En las 125 palabras escritas en el documento nada se informa del número de participantes, del proceso de selección de los ungidos, de las instituciones de educación superior y de las organizaciones civiles invitadas, y de la ausencia de Elías Acosta Rodríguez y Enrique Lemus Méndez en el acto protocolario para rendir la protesta de ley ante el pleno de los legisladores.
No es por intrigar, pero las dudas subsisten sobre el puntual aseo del sector público, del combate a la corrupción, el pulpo de los diez mil tentáculos, porque la punzante realidad confirma que a la reluciente ley le sigue la endémica trampa.
Mire usted lo que ocurrió con la elección del secretario técnico que forma parte del Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA).
El martes 30 de mayo, El Financiero enteró a sus lectores que uno de los tres candidatos, Max Kaiser Aranda, “tiene una sanción por negligencia administrativa”.
De acuerdo con el “Sistema de Registro de Servidores Públicos Sancionados, de la Secretaría de la Función Pública, el 12 de enero de 2016 se impuso una amonestación pública a Kaiser por parte de la Contraloría Interna de la misma secretaría por una negligencia administrativa, según expresa el expediente A/071/2014”. (Al final de esta colaboración se muestra documento respectivo).
De otros sonadas inconsistencias dio cuenta El Universal, en su edición del jueves 29 del mes reciente, al descubrir que “la Comisión de Selección de los integrantes del Comité de Participación Ciudadana del SNA incurrió en una trampa en la designación de los cinco integrantes”, de acuerdo con documentos de los cuales el diario tiene copia y que fueron obtenidos vía una solicitud de información.
Según las cédulas de evaluación de los cinco aspirantes, añade la nota, “la comisionada Mariclaire Acosta Urquidi obtuvo 207 puntos en su evaluación, mientras que otros de los aspirantes, como Gerardo Lozano Dubernard, recibió una calificación de 233 puntos y no fue seleccionado”.
El mismo periódico, tres meses antes, el miércoles 29 de marzo, documentó que el estridente Juan Pardinas “recibió de 2010 a la fecha 3.54 millones de pesos en contratos por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF)”, por conducir el programa televisivo Pesos y Contrapesos de ese organismo, según los informes de adquisiciones y obra pública de la auditoría.
Pardinas, además de ser proveedor del ASF —refaccionado con dinero público, obvio—, es director del Instituto Mexicano de Competitividad (Imco) y miembro de la Comisión de Selección que eligió a los ciudadanos que integran el SNA, en una decisión muy criticada al Senado de la República por el posible conflicto de interés.
Después de estos patéticos casos los integrantes de la CS aguascalentense están obligados a recorrer los viñedos de la responsabilidad, pulcritud y profesionalismo.
La corrupción, impunidad, opacidad, amañada rendición de cuentas, solicitudes de información respondidas con datos sesgados (en el mejor de los casos) y conflictos de interés, no se combaten, en el juego del gato y el ratón, con integrantes del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción en Aguascalientes, salidos de las cañerías de los cuates, las cuotas partidistas, los recomendados, las comadres, los compadres y los cómplices políticos.
Sería muy lamentable que en el futuro inmediato algún acucioso reportero, de los escasos que todavía existen en la aldea, exhibiera las inmundicias de uno o varios propuestos por la CS para el Comité de Participación Ciudadana.
Porque alguien debe de escribirlo: La Presidencia Municipal de Aguascalientes está convertida en pila de agua bendita, mientras las necesidades primarias apremian y los recursos disminuyen.
El opulento Patronato de la Feria de San Marcos le paga en abonos los eficientes servicios públicos prestados durante la reciente verbena abrileña.
Los notarios públicos no han liquidado el Impuesto sobre Adquisición de Bienes Inmuebles, retenido a sus clientes, desde 2010.
El gobierno del estado es el peor ejemplo en cuanto al cumplimiento puntual de sus obligaciones fiscales, al no tomarse la foto en la caja de la Secretaría de Finanzas para ingresar el impuesto predial.
Y luego se quejan de los incumplidos, de los jodidos, claro. Con qué cara. Por Dios.
Coda: Sanción a Max Kaiser Aranda
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